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organizando
el evento

El Comité de Día de Muertos

El Comité de Día de Muertos es un grupo de voluntarios continuamente comprometido a conservar vivas nuestras tradiciones mexicanas. Nuestro compromiso es transmitir el patrimonio cultural mexicano para futuras generaciones y para aquellos que no han tenido la oportunidad de vivir esta tradición en su lugar de origen.

 

octubre 26 y 27

seattle center

miembros del comité

BARBARA RODRÍGUEZ

ANDREA
SUZUKI

MATT
HOOKS

FULGENCIO
LAZO

EDGARDO
GARCIA

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“En este mundo matraca de morir nadie se escapa.”
Breve Historia del Día de Muertos en México.

La festividad del día de muertos es considerada una de las festividades más importantes dentro de las comunidades nahuas del valle central en México porque guarda un contenido simbólico de tradición mesoamericana, y está relacionada con el ciclo festivo y ritual agrícola.

Dentro de la religiosidad popular, estos rituales comienzan con la fiesta de la santa cruz (3 de mayo), donde se expresan los ritos de petición de lluvia y finalizan cuando se levanta la cosecha al llegar las primeras heladas a principios del mes de noviembre. Dichas heladas marcan la muerte total de la planta del maíz y coinciden con la fiesta del día de muertos.

 

 

Los días primero y segundo de noviembre son fechas importantes porque es en donde participa toda la comunidad. El día primero de noviembre, es la fiesta de los “difuntitos”, dedicada a los que fallecieron cuando eran niños, es decir los muertos chiquitos. Con la llegada de los evangelizadores europeos, se creía que cuando morían bautizados iban directamente al cielo, en donde se convierten en “angelitos”. El día siguiente, el segundo de noviembre, se dedica a los muertos grandes (personas fallecidas adultas) o abuelitos.

Antes de la llegada de los europeos, las comunidades nahuas agrícolas del centro de México adoraban a Tláloc, dios de la lluvia, y se creía que al morir un niño se convertía en tlaloque, quienes supuestamente enviaban el preciado líquido a las milpas. Es por ello que se celebra la muerte de los niños. Por ejemplo, la montaña de Coconetla al oeste de la ciudad de México, recibe este nombre que significa “lugar de los niños de agua”.

El 31 de octubre son preparados los tenates o canastas que utilizan para la ofrenda de los muertos chiquitos; ésta se coloca cerca del altar familiar donde están las imágenes de los santos. En los tenates se coloca: panes, frutas, elotes o mazorcas, pan dulce y ceras blancas; también se colocan ollas y jarros que contienen leche, atole y chocolate. Los tenates se ordenan en hilera dejando el centro de la mesa libre para poner copal, veladoras, vaso con agua, fruta dispersa y la flor de Cempoalxochitl. En algunos poblados existe la creencia de que durante su estancia realizan un recorrido del panteón a su antigua casa y con las ceras que sus familiares colocaron en las ofrendas hogareñas se alumbra su camino de regreso hacia el “más allá”.  

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Galleria

“La muerte está tan segura de alcanzarnos que nos da una vida de ventaja.”